Mis últimas salidas en busca de puestas de sol han sido un completo desastre, con cielos que acabaron totalmente encapotados a pesar de que el día apuntaba buenas maneras. Esto me ha hecho reflexionar sobre las diferencias del fotógrafo de estudio y el fotógrafo de naturaleza.

A la hora de fotografiar naturaleza, los elementos tienen la última palabra. Puedes tener un cielo plomizo o excesivamente azul, que te invalide una toma, o los animales pueden ponerse en cualquier lado menos donde tú querrías para que la composición estuviera a tu gusto. Ahora bien, cuando tienes un cielo espectacular o el animal te hace un pose curiosa, es difícil hacer una toma del todo mala.

El fotógrafo de estudio posiblemente argumente que fotografiar paisajes por ejemplo, no tiene gran valor, ya que cualquiera con una puestas de sol de esas que quitan el hipo podría hacer una buena toma. Lo difícil es tener los conocimientos suficientes para dominar la luz y la composición a tú gusto.
El fotógrafo de naturaleza argumentará, que una cosa es hacer una "foto resultona" gracias a una gran puesta de sol, y otra saber componer y ajustar todo en unos poco momentos cuando las condiciones sean adecuadas, y posiblemente a los pocos minutos reorganizar todo porque estas han cambiado. Que hay tener gran paciencia, pericia y conocimientos para fotografiar fauna salvaje y además encontrando buenas tomas.

Todo un descubrimiento, tu blog. En cuanto tenga tiempo me lo zampo de una sentada.
ResponderEliminarExcelente entrada, Israel.
ResponderEliminarMe quedo con el çultimo párrafo, que es con el que me siento identificado.
En cuanto a la busca de la luz y calidad en las imágenes..., lo paso muy bien caminando y apenas le dedico tiempo a aprender técnica, y más allá de la práctica.
Vago soy, para eso.
PD:
Las imágenes que muestras me dan envidia de la peor. Cuidadito conmigo...