La curiosa
Las ardillas del Parque de Isabel la Católica nunca me fallan.
En esta ocasión tuve colaboración, y es que una señora que suele ir a llevar comida a estos simpáticos bichejos estuvo dándole de comer al lado mío para que pudiera ir haciéndole fotos.
Ahora bien, esta ardilla era bastante particular, y es que la mayoría cuando les lanzas una nuez la cogen rápidamente y se van con ella (normalmente a enterrarla en algún lado). Esta sin embargo ignoraba las nueces... si no estaban partidas. Vamos, que no las quería con cáscara. Además de eso, cuando cogía un trozo se ponía a comerlo tranquilamente en el sitio, incluso estando yo a escasos dos metros de ella. Así que fue el mejor modelo que pudiera tener.

Para mí resultan un estímulo, tengo unas ganas locas de que vuelvan las flores y los bichos, y el notar que todo está ya en marcha, me da cierto optimismo.
Y si bien es cierto que estos días extraños de calor están dando una falsa sensación de primavera anticipada, y que aún llegará frío y más frío, no es menos cierto que los días ya están creciendo, que ya se ven margaritas, y que es tiempo pasa deprisa.
Relax

Hasta casi la hora de la puesta de sol, había unas cuantas nubes interesantes, pero fueron desapareciendo dejando sólo un par de ellas pequeñitas. Además, el lugar no tiene casi elementos para jugar con la composición, por lo que intente jugar con la luz que quedó y el reflejo sobre el agua. Luego, la larga exposición le da una sensación de calma y tranquilidad.
Otro impaciente primaveral. Ya somos dos.
ResponderEliminarMientras, consulto en la red sobre características y precios de reflectores (para empezar).
A ver cómo me las ingenio para iluminar sin acompañante.