Monstruoso

La toma está tomada con el Tamron 90mm macro junto con tubos de extensión Kenko (creo recordar que el de 36mm solo), para poder acercar aún más la imagen. Tiene el típico problema de estas fotos, y es que es difícil jugar con otra composición que no sea el bicho ocupando todo el plano.
Doña Urraca
Las urracas eran unos pájaros que siempre se me habían resistido. Por una parte, aunque se ven muy comúnmente y parecen ser tranquilas, no aceptan demasiado la cercanía y cuando das unos pasos hacia ellas con la cámara tienden a marchar siempre. Por otra, a nivel técnico son complicadas, ya que al tener un blanco y negros tan puros en el plumaje, o se te quema una parte o te queda la otra oscura sin detalles.
Para acercarme a esta tuve que arrastrarme como una serpiente y aprovechar que el día nublado hacía que no hubiera una diferencia de exposición muy grande en el plumaje. Aún así, tuve que subir un poco las luces en los negros en el revelado del RAW.

Es el tipo de tomas que ya he comentado en varias ocasiones que posiblemente sean sólo realmente apreciadas por la gente de fuera. Y es que a mí estos típicos paisajes del sur me resultan absolutamente extraños y sorprendentes, y a quien viva por la zona le parecerán de lo más vulgares.
Está aprovechado el filtro polarizador para dar más fuerza a la imagen, y esas amapolas dando color en primer plano son la clave de la composición que quería buscar.
Cuando llama un extraño

Este estaba en plena Sierra de Cazorla, aunque entre la maleza del bosque y el ambiente brumoso, estuve muy escaso de luz para sacarlo. Tuve que llegar a 800 de ISO y aún así si no es por el estabilizador del objetivo me habría sido imposible sacarlo.
La soledad de los números primos

Llegué a las Tablas de Daimiel y justo al aparcar empezó a llover, así que entre la hora que era (la de comer) y el tiempo, la gente empezó a abandonar el lugar. Como mi planning no me permitía eso, yo me adentré en el Parque Nacional, que estaba casi solitario, y unos minutos después apareció un claro que dejaba pasar el sol, pero manteniendo unas nubes espectaculares a su alrededor. Esas nubes, esa luz y los reflejos en Daimiel hacían imposible no sacar fotos bonitas. En otras tomas de allí comentaré más cosas, pero decir que justo cuando volví al coche una enorme nube tapó el sol de nuevo.
Agua para elefantes

Pese a ser casi verano, allí arriba hacía un frío considerable, y no es de extrañar que el rocío hiciera acto de presencia.
Luego la toma no tuvo demasiado misterio, la flor se veía a través de las gotas a simple vista, y era sólo cuestión de buscar el ángulo adecuado y jugar con la composición. En este caso busqué una diagonal con la plante, de esquina a esquina de la toma.
La noche de los gigantes

La idea era más la de buscar una puesta de sol bonita que una nocturna, pero desgraciadamente unas nubes taparon el sol mientras este se ocultaba, dejándola en nada. Así que tocó esperar bajo un fuerte viento a que fuera oscureciendo y encendieran las luces de los molinos y el castillo.
El castillo tenía una grúa torre que ya estaba allí cuando pasé el año pasado, pero el tampón clonar del Photoshop se encargó de eliminarla.
El señor de las moscas

La toma es de una cigüeñuela, y todas esas manchas que se ven, son en realidad moscas, que se iban apartando, como si de un único ser vivo se tratase, conforme el ave se acercara. Lo cierto es que esta parecía estar más concentrada en buscar alimento entre el fango que en el mar de insectos que la rodeaba.
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