miércoles, 9 de febrero de 2011

De puertos

El fin de semana me ha resultado bastante movidito.
El sábado por la mañana fui a el Monte Deva a ver el amanecer con algunos conocidos de Flickr. La pena es que el que iba a ser nuestro guía, Roberto, que había localizado unos días atrás una buena localización, al final no pudo ir, y tuvimos que subir un poco a ciegas. Llegamos un poco justos, y el sitio donde nos pusimos no daba demasiado juego, aunque eso sí, los colores del cielo eran estupendos. Eso sí, cuando ya estaba desapareciendo la luz del alba, algunos de nosotros nos movimos y encontramos un lugar mucho mejor, con un reflejo estupendo, donde si hubiéramos estado desde el principio habríamos podido sacar bastantes tomas. Al menos estuvimos en buena compañía.

Aquí se ve, como aunque había un gran cielo, el lugar no daba mucho juego para componer las tomas.

El domingo, un buen tute en coche, recorriendo varios puertos que unen Asturias y León.
A la salida de Gijón nos encontramos por la autovía Minera los valles cubiertos por la niebla, con el sol recién salido dándole unos tonos espectaculares y haciendo que se pudieran sacar unas tomas preciosas... si no fuera porque no podíamos pararnos en medio de la autovía y no había ninguna salida que coincidiera justo donde estaba mejor.
El primer puerto fue el de San Isidro, que esperábamos ver hasta arriba de nieve, pues los pueblos anteriores a llegar a él del concejo de Aller, estaban más cubiertos de lo que yo recordara haberlos visto nunca. Sin embargo nos encontramos con una extraña constante en ese día, y es que a más altitud más calor, pasando de 2ºC abajo a 11ºC en la cima. Por lo que aunque había nieve en San Isidro, no es ni mucho menos de las ocasiones que lo he visto más cubierto.
Desde allí al pantano de Porma, que no queda muy lejos. De nuevo la situación extraña, parte del pantano congelado, nieve alrededor de la carretera, pero la cima de las montañas, sin gota de nieve, cuando lo normal es lo contrario.

El hielo cubriendo las aguas del Pantano de Porma.

Desde desandar un poco hasta Puebla de Lillo y tomar rumbo a lo alto del Puerto de Tarna, por un lugar por donde no había ido nunca, a través del Puerto de las Señales.
Y la verdad es que mereció la pena, es un trayecto no muy largo, pero de una enorme belleza. Hay muchos más árboles de los que suelen verse por esa zona y unas vistas de quitar el hipo. Queda sin lugar a dudas apuntado para visitarlo en otras épocas del año.

Las espectaculares vistas desde el Puerto de las Señales.

En lo alto de Tarna, en lugar de regresar a Asturias por ahí, rumbo la pueblo de Riaño (junto al pantano del mismo nombre) a comer unos bocadillos. Hasta ahora no lo he comentado, pero la temperatura y sobre todo la sensación térmica, fue durante todo el día espectacular. A pesar de las fechas, hubo momentos en los que incluso se podía estar de manga corta, y el momento de la comida al sol, contemplando el pantano, fue de lo más agradable.

Una parte del Pantano de Riaño.

El regreso a casa sería por el Puerto del Pontón, otro lugar por el que nunca había ido, para redondear lo que parecía una etapa de montaña de la Vuelta a España.
Este puerto tengo que admitir que no me llamó la atención demasiado, aunque luego más adelante en el camino atravesamos el Desfiladero de los Beyos, mucho más bonito. Allí hicimos una breve parada en la Cascada d'Aguasaliu, para llegar más tarde a Cangas de Onís y de allí seguir hasta Gijón.

La Cascada d'Aguasaliu

En resumen, un día interesante. En lo positivo, climatología perfecta, carreteras en buen estado y unos cuantos sitios nuevos que he conocido, algunos de los cuales son para repetir. En lo negativo, un tute demasiado grande de coche (si no llego a tomar dos pastillas para el mareo durante el día, con tanta curva lo habría echado todo) y a nivel de fotografía fue bastante pobre. Demasiada luz, ni una nube que diera un poco de juego y el sol colocado casi siempre en el peor lugar, además de que uno se va volviendo cada vez más exigente y tomas con las que hace un par de años habría estado encantado, ahora acaban incluso borradas.

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